Ya sé que es difícil de creer,
pero mi corazón siempre va a pertenecer a la misma persona aunque no esté con
ella, como él dijo, siempre suya. Puede que de ahora en adelante no sea capaz
de amar de la misma manera que lo hice, algo que me resulta bastante frustrante, podré querer pero no amar. Me
enamoré, sí, suena increíble que con dieciocho años piense que no volveré a
enamorarme de la misma forma, pero sé que no voy a querer a nadie tanto como le
quise a él. Fue el mejor momento de mi vida, el más feliz, el momento en el que
me sentía plena, llena de felicidad de estar con la persona más maravillosa del
mundo, esa que tanto me quería, que me hacía sentir feliz tan solo con hablarme
o desearme los buenos días. Fueron muchos momentos únicos e inolvidables junto
a esa persona, compartíamos más que palabras, más que hechos, más que sonrisas,
compartíamos nuestra vida. Fueron momentos, tanto buenos como malos, muchas
lágrimas, discusiones y a la vez sonrisas, y te quieros. Pensaba que era mi
momento, nuestro momento; y no creo que me equivocase pero ese momento tuvo su
fin, quizás no estábamos destinados a estar juntos por ahora. Teníamos muchas
cosas en nuestra contra, pero fueron demasiadas cosas tan grandes, tan
importantes y tan verdaderas, demasiado amor para que se acabara ahí; la gente
puede pensar que estoy loca pero creo que lo nuestro no ha llegado a su fin,
que si hay otra vida está destinada para que estemos juntos, para poder vivir
todo lo que ahora no hemos vivido. Solos tú y yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario